Proyecto Evaluación de clones promisorios de yuca
Las constantes variantes climáticas han propiciado por parte del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá,(IDIAP) la generación de nuevas tecnologías que respondan a la demanda de los pequeños productores, de tal manera que conjuntamente con el Programa Regional de Investigación e Innovación por Cadenas de Valor Agrícola (PRIICA), que se lleva a cabo en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, con financiamiento de la Unión Europea y la colaboración de IICA, realizan el Proyecto Evaluación de clones promisorios de yuca que se desarrolla con la cooperación de asociaciones de productores en las siguientes localidades: Herrera, Ocú, Darién, Santa Fe, Chiriquí, Alanje, Los Santos, El Ejido.
Este proyecto se inició evaluando seis clones de un grupo de 13 que provenían del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y que habían sido evaluadas previamente a nivel nacional. Los clones seleccionados fueron 1) CG-1450-4 2) CM-523-7 3)MBRA-383 4)MCOL-1505 5) BRASILEÑA 6) COLOMBIANA que luego de múltiples prácticas agronómicas, resultó que la que mejor se adaptaba a los diferentes tipos de suelos a nivel nacional fue la CM-523-7 con rendimientos promedios de 39 t/ha.
La rentabilidad de las cadenas productivas que involucran la yuca, se puede transformar; y de hecho, así ocurrió, incrementando el uso de clones de alto potencial genético y el mejoramiento de las prácticas de cultivo, desarrollando así, productos de valor agregado de mayor contenido nutricional.
El Proyecto Evaluación de clones promisorios de yuca está orientado a la generación, evaluación y selección de progenies. El mejoramiento de las variedades de yuca, ayudará a que tengan un mejor valor comercial, como las raíces con un tipo de almidón diferente a los encontrados en las yucas tradicionales y con una mayor tolerancia al deterioro post-cosecha.
Del grupo de clones evaluados, la CM-523-7 resultó la mejor, con características a destacar en el procesamiento industrial y su aceptación por la comunidad en las diferentes regiones donde se desarrolla el proyecto, fue lo crujiente de las yucas, que fueron objeto de un seguimiento efectivo que incluyó: Cosecha y clasificación, seleccionando el mejor producto y trasladándolo a la planta procesadora, donde se pesó, lavó, peló, partió y posteriormente fue picado en hojuelas con aplicación de sal, luego fueron freídas en aceite bien caliente, enfriado y empacado en bolsitas de 30 gramos por unidad y etiquetadas. «Tenemos que seguir con los trabajos en conjunto con la cadena agroalimentaria de yuca y ñame, el programa de raíces y tubérculos del MIDA, las asociaciones de productores a nivel nacional y obtener tecnologías que respondan a las demandas de los pequeños productores y asegurar una satisfactoria seguridad alimentaria y nutricional «acotó el Ing. Ricardo Hernández, gerente de este proyecto, argumentando que son muchas las familias que se están beneficiando a nivel nacional.
Las redes temáticas que nos ocupan, fueron tratadas con capacidades reforzadas para que generen acciones conjuntas que promoverán la adaptación del germoplasma al cambio climático, pues éstas variedades poseen características de alta productividad, resistencia y tolerancia tanto a la humedad como al calor.
El Ing. Ricardo Hernández, quien ha estado a cargo del proyecto Evaluación de clones promisorios de yuca, selecciona los cultivares con características agronómicas superiores y un eficiente sistema de almacenamiento de semillas, como parte de las técnicas de macro propagación de varetas de yuca.